Un novio en el mar by Debbie Macomber

autor:Debbie Macomber [Macomber, Debbie]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2005-01-01T00:00:00+00:00

* * *

Menos de doce horas después, Shana se hallaba a bordo del ferry que había zarpado de Port Ángeles rumbo a la isla de Vancouver. Una entusiasmada Jazmine correteaba por cubierta mientras Adam y Shana tomaban café dentro, sentados frente a frente.

—No puedo creer que esté haciendo esto —murmuró ella. El despertador había sonado a las cuatro de aquella mañana y a las cinco ya se habían puesto en camino.

—¿Habéis visto las Montañas Olímpicas? —inquirió a gritos Jazmine, entrando en la cafetería a la carrera—. En clase me han explicado que algunas de esas montañas todavía no las ha explorado ni escalado nadie.

Aquello era una noticia nueva para Shana, que distaba de ser una experta en la geografía.

—¿Alguna de las dos ha oído hablar de Point Roberts? —preguntó Adam mientras Jazmine se dejaba caer en un banco, a su lado.

Las dos negaron con la cabeza.

—Es un pequeño territorio de Estados Unidos que geográficamente forma parte de Canadá.

—¿Qué? —Jazmine frunció el ceño—. No lo entiendo.

—Estados Unidos y Canadá quedaron separados por el paralelo 49, entre el estado de Washington y la Columbia Británica. Pero hay un pedazo de tierra unida a Canadá que queda por debajo de ese paralelo: es Point Roberts. Quizá podamos visitarlo en alguna ocasión.

—¿Así que está y no está en Canadá?

—Echa un vistazo a aquel mapa y lo verás más claramente.

Mientras Jazmine se levantaba para examinar el mapa que había al otro lado de la cafetería, Shana bebió un sorbo de café y sonrió a Adam.

—Te idolatra, ya lo sabes.

—Y yo a ella…

—Al principio tenía celos —le confesó en un impulso. Aunque probablemente aquello no era ningún secreto para él.

—¿Y ahora? —le sostuvo la mirada.

—Ahora… —vaciló—. Me alegro de que te quiera tanto. Necesita la presencia de una figura masculina en su vida, sobre todo después de la muerte de su padre.

—A ti también te quiere mucho, Shana. Y todo eso ha sucedido en un tiempo increíblemente corto. Lo cual habla muy bien de ti. Has sido paciente con Jazz y has sabido encontrar la mejor manera de acercarte a ella.

Se le llenaron los ojos de lágrimas al escuchar aquel elogio. Avergonzada, hizo un esfuerzo por contenerlas.

—Escucha —le dijo Adam, bajando la voz—. Hay que algo que siento que debo decirte… En la base está corriendo el rumor de que a algunos de nosotros van a trasladarnos a Hawai. Yo quería volver allí, en realidad… casi desde el principio. Ojalá el momento hubiera sido más oportuno. Además, parece que el traslado será pronto.

—No —protestó automáticamente Shana.

Su reacción sorprendió a Adam que, inclinándose hacia ella, le tomó una mano.

—¿Me atrevería a esperar que esa reacción es tanto por ti como por Jazmine?

Shana ignoró la pregunta.

—Er… supongo que debería felicitarte… Es el traslado que estabas esperando, ¿no?

—¿Qué me dices de ti, Shana? —insistió—. ¿Me echarás de menos?

No parecía dispuesto a dejar el tema tan fácilmente como ella había esperado.

—Por… supuesto —contestó con un nudo en la garganta, tanto por su propia decepción como por la de Jazmine. La noticia dejaría destrozada a su sobrina.

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